Colega destacada – Andrea Paura
Andrea Paura es bioquímica y farmacéutica, egresada de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA. Actualmente ejerce como directora técnica del operador logístico Droguería Meta SA, en provincia de Buenos Aires.
Con una trayectoria de más de 30 años, su recorrido incluye múltiples espacios del ámbito profesional y académico. Fue directora técnica de laboratorios de acondicionamiento y elaboración de productos médicos, profesora de Farmacia Clínica y Asistencial en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y profesora asociada en la Universidad de Belgrano. También fue vicepresidenta del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires, y directora del Departamento de Atención Farmacéutica del mismo colegio. Desde 2002, es miembro fundadora de FSFA, y actualmente ocupa el cargo de Secretaria.
Consultada sobre cómo percibe la realidad de la profesión farmacéutica, ella expresa sus opiniones: “Ser Farmacéutico/a requiere una formación universitaria de cinco años como mínimo, con altos conocimientos de física, química, farmacología, fisiopatología, tecnología farmacéutica, y servicios farmacéuticos para mencionar los tópicos más relevantes de la carrera. De esta formación resulta un profesional capacitado para desempeñarse en distintos ámbitos como ser el industrial, la distribución, la farmacia hospitalaria o la comunitaria, la investigación, abarcando todos los productos para la salud y de uso en humanos (desde medicamentos, productos médicos, cosméticos, suplementos dietarios hasta radiofármacos). Además, ya se encuentran reconocidas en nuestro país las especialidades farmacéuticas en farmacia hospitalaria, farmacia comunitaria, esterilización, farmacia industrial, farmacia sanitaria y legal, nutrición y análisis de los alimentos y biofarmacia.”
Además, realiza las siguientes observaciones: “Primera observación de la realidad de la profesión farmacéutica es que tenemos sólidos conocimientos y formación, que nos ubica en un lugar destacado, útil, necesario y valioso para la investigación y desarrollo, elaboración, distribución y dispensación de medicamentos y productos para la salud.
Ahora, dependiendo del ámbito de ejercicio, este conocimiento y formación a veces queda infrautilizado por el sistema de salud, no siempre se reconoce la necesidad de la intervención farmacéutica en ámbitos como los clínicos o los comunitarios y la profesión se desvirtúa. Muy posiblemente por las decisiones de los estados, de priorizar el manejo de medicamentos desde el punto de vista del mercado y no desde la promoción y prevención del uso racional, como se promueve en muchos países del primer mundo. Segunda observación de la realidad de la profesión farmacéutica es que según la región y el ámbito de desempeño de la profesión esta en crisis. Porque si el sistema de salud no considera que la participación farmacéutica es necesaria para mejorar el uso de los medicamentos y productos para la salud, que la interacción con los pacientes y usuarios ahorra gastos y evita muertes por el mal uso de medicamentos, que la detección temprana de problemas con medicamentos es una practica mas que necesaria en el ámbito medico y el profesional más capacitado para desarrollar la práctica es el farmacéutico, las legislaciones, normativas, nomencladores de las prácticas etc, no tendrán incluida a la profesión farmacéutica, como lamentablemente viene ocurriendo en nuestro país y tantos otros.”
Siempre es bueno conocer la opinión de colegas tan experimentados sobre el futuro de nuestra profesión. Ante esta pregunta, Andrea responde que: “No soy partidaria de pensar el futuro quitando el pie de la responsabilidad que los propios farmacéuticos, como profesionales y ciudadanos tenemos para visibilizar el tema, para demostrar la necesidad y la aprovechar la oportunidad de cambiar la realidad. De hecho, siempre estuve muy comprometida con mi profesión, en todos los ámbitos en que me desempeñe. Nuestras instituciones académicas, científicas y colegiadas tienen que tomar la posta, y posicionar con datos, estadísticas, estudios, análisis, seguimientos, etc, al farmacéutico en el sistema de salud. Hoy en día el que permita generar mejores resultados con menos costos es el que va a permanecer. Llego la hora de salir de la zona de confort y establecer entre todos una estrategia para la inserción de la profesión.”
También nos cuenta sobre los inicios de FSFA, de la cual es fundadora: “Nuestra ONG, FSFA surgió en la crisis de Argentina del 2001, cuando el sistema económico había colapsado, y el sistema de salud no podía contener la provisión de medicamentos a quienes estaban en situación de pobreza. Junto a Ricardo Segura, Daniel Alvarado y Carlos Gurisatti (fallecido en 2014) decidimos formar Farmacéuticos Sin Fronteras de Argentina, para intervenir activamente en las donaciones de medicamentos y llegar a aquellas comunidades que quedaban sin asistencia. Desde el 2002 funcionamos ininterrumpidamente, con proyectos en todo el país. Cuando iniciamos, y trabajamos nuestra Misión y Visión, la pensamos para la acción en un corto y mediano plazo, pensando que nuestra organización ya no tendría sentido de existir, si el sistema se recomponía reestableciendo los canales sanitarios para la provisión de medicación en las comunidades con más índice de pobreza. Esto no ocurrió, con el tiempo tuvimos que revisar nuestra Misión y Visión, porque las comunidades aisladas y en situación de catástrofe siempre siguieron requiriendo nuestra ayuda y asistencia. Hoy, tenemos proyectos funcionando en varias provincias, pueden conocerlos en nuestra pagina o nuestras redes. Como siempre, en algunos si tenemos la posibilidad de recanalizar la provisión de medicamentos con el sistema de salud es lo que priorizamos, en otros hacemos la asistencia y provisión con la participación efectiva del farmacéutico a través de nuestros colegas referentes locales.”
En el tramo final de esta productiva entrevista pedimos que Andrea nos deje un mensaje para todos los colegas y en especial para los más jóvenes, su respuesta no deja una gran reflexión: “Que siempre piensen y actúen un poco más allá de sus propias necesidades y desarrollos personales. Ejercer una profesión como la nuestra, dentro del ámbito de la salud, no implica solo una realización personal. Significa también formar parte de un colectivo que necesita del compromiso de cada uno: aportando conocimientos, tiempo y trabajo, en la medida de lo posible.”
