Colega destacado: Gustavo Perren
En esta nueva edición del ciclo de entrevistas de Farmacéuticos Sin Fronteras de Argentina, conversamos con Gustavo Oscar Perren, egresado de la Universidad Católica de Córdoba en 1994. Actualmente ejerce en Paraná, Entre Ríos, en Farmacia Moyano —especialistas en formulaciones magistrales— y también en General Ramírez, donde se desempeña en el Servicio de Farmacia del Hospital Nuestra Señora de Luján y como docente en la Facultad de Ciencias de la Vida y de la Salud de la Universidad Autónoma de Entre Ríos.
Cuestionado por la realidad que atraviesa hoy la profesión farmacéutica, Gustavo expresa: “A la realidad de la profesión farmacéutica, en el contexto actual, la percibo como un ámbito que está en constante evolución y transformación de la mano del desarrollo y de la incorporación de nuevas herramientas para optimizar la práctica profesional.
La atención farmacéutica y el consejo farmacéutico constituyen el capital genuino de nuestra profesión, orientados cada vez más a la calidad y la seguridad del paciente.
Profesionalmente, el farmacéutico ha pasado de ser un mero dispensador a un agente sanitario clave en la atención integral del paciente, protagonizando el desarrollo de los Servicios Farmacéuticos en la Atención Primaria de la Salud y la implementación de la Guía de SFAPS.
En la comunidad, el farmacéutico ha logrado construir un espacio de confianza y de orientación sanitaria.
El farmacéutico hospitalario tiene un rol fundamental en la participación en el equipo de salud que le permite trabajar de manera interdisciplinaria con un enfoque centrado en el paciente, optimizando los recursos económicos y el uso seguro de los medicamentos.”
Consultado por el rumbo que imagina para los próximos años, señala: “Con respecto al futuro de la profesión farmacéutica, podemos decir que es alentador y exigente. Constituye una de las profesiones que ofrece más oportunidades de desarrollo personal y académico, ya que la formación continua es nuestra alidada para los desafíos que debemos afrontar: la individualización del medicamento, la formulación magistral, las hierbas medicinales, la dermocosmética, las terapias génicas, la farmacocontaminación: el descarte correcto de los medicamentos vencidos, deteriorados y /o en desuso de origen domiciliario, la antibióticoterapia, la adherencia a los tratamientos, el seguimiento farmacoterapeútico, etc.
Frente a un sistema de salud dinámico y con recursos económicos finitos como el que tenemos hoy donde la modernización, la digitalización de las recetas, la trazabilidad de los medicamentos y el advenimiento de la inteligencia artificial transformarán la gestión en todos los sentidos, asegurando la seguridad, la eficiencia y la accesibilidad, el profesional farmacéutico debe estar actualizado.”
Ante la pregunta sobre su conocimiento de FSFA y otras organizaciones solidarias, Gustavo comparte: ” F.S.F.A. es la única organización farmacéutica que conozco vinculada al trabajo solidario y humanitario, que refleja el compromiso social en beneficio de la comunidad: garantizando el acceso equitativo al medicamento, protegiendo la salud pública y ejerciendo una función solidaria y ética; fortaleciendo los sistemas de salud en contextos vulnerables.
Es una asociación que va creciendo, extendiéndose por Latinoamérica y por el mundo, gracias al voluntariado de los farmacéuticos.”
Reflexionando sobre la importancia del rol de FSFA, indica: “La acción de Farmacéuticos Sin Fronteras de Argentina es necesaria y cumple una función insustituible dentro del ámbito sanitario y humanitario, porque permite llegar a aquellos lugares donde la atención sanitaria no llega. Muchos argentinos gracias a las donaciones, al aporte de los saberes y del tiempo de los farmacéuticos, comprometidos con esta causa, reciben los tratamientos farmacológicos completos para tratar enfermedades crónicas no transmisibles, por ejemplo: la diabetes tipo II y la hipertensión arterial.
Es una acción muy positiva porque encarna la dimensión humanitaria del ejercicio profesional del farmacéutico, llevando conocimiento, medicamentos y esperanza a poblaciones que, de otro modo, quedarían fuera del alcance del sistema sanitario.
Además, es una asociación que trabaja de manera interinstitucional y colaborativa para alcanzar sus objetivos, capacitando a los jóvenes colegas desde la universidad.”
Interpelado sobre qué mensaje desea transmitir, afirma: “La Farmacia es una profesión noble y profundamente humana. Llena de tradición y mística.
En el mundo en el que vivimos debemos centrarnos en el paciente, en mejorar su salud, su calidad de vida y su bienestar.
Tenemos que ser empáticos y prudentes, capaces de generar un vínculo de confianza indestructible con el paciente que perdure con los años.
Tenemos que involucrarnos, ser parte del sistema de salud, y para eso hay que seguir estudiando, investigando para poder estar a la altura.
Cultiven la vocación de servicio que distingue a quienes entienden que el conocimiento solo cobra sentido cuando se pone al servicio de los demás.
El futuro de la profesión está en sus manos: háganlo más humano, más responsable y más digno de la confianza que la sociedad deposita en nosotros.”
Para cerrar la entrevista, Gustavo comparte: “Cada receta que recibimos en nuestras manos es una oportunidad para hacer una diferencia en la vida de alguien. Es ahí donde se encuentra la verdadera esencia de la farmacia en el cuidado y la compasión que brindamos a cada persona que atendemos. Mantengamos siempre una actitud de servicio, dedicada a la salud y al bienestar de nuestros pacientes que nos eligen día a día.
Para terminar, elijo como reflexión las palabras del Dr. Antonio Somaini “El medicamento es un bien social, no una mercancía”.
Esta frase es tan actual y de nosotros depende la accesibilidad, el uso racional, responsable y seguro del medicamento, educar al paciente y acompañarlo.
Y recordemos siempre que el farmacéutico que ejerce con respeto y responsabilidad la profesión, la enaltece y nos posiciona en el rol social de ser custodios del medicamento y todo lo que tenga que ver con él.
“Medicamentos seguros de las manos de tu farmacéutico”.”
La trayectoria de Gustavo, su enorme vocación docente, su entrega en el ámbito comunitario y hospitalario, y su profundo sentido humanitario reflejan el espíritu más noble de la profesión farmacéutica.
Aunque llegó a FSFA hace poco tiempo, su compromiso, su mirada integral del sistema de salud y su impulso solidario lo convierten en un referente inspirador para las nuevas generaciones de colegas.
Su testimonio reafirma que la farmacia es servicio, es cercanía y es responsabilidad: una profesión que se engrandece cuando quienes la ejercen deciden poner conocimiento y corazón al servicio de quienes más lo necesitan.


